Reciban un afectuoso saludo, pletórico de los mejores deseos para la construcción de una sociedad más humana, justa y solidaria, que conlleve al logro de los fines más supremos del Estado venezolano.
Este inicio de año escolar está signado por dos aspectos fundamentales que quiero resaltar: la pandemia por Covid-19 y el pulverizado sueldo de los trabajadores de la educación.
La pandemia por Covid-19 nos conminó a la ya conocida cuarentena social y colectiva, decretada por el presidente Nicolás Maduro, el pasado 17 de marzo del presente año, y al lanzamiento del Programa: “Cada Familia una Escuela”, cuyo propósito consistió en garantizar la continuidad del Año Escolar 2019-2020, luego de la medida de suspensión de actividades en los centros educativos para evitar que la población escolarizada salga de sus hogares y se expanda el coronavirus en nuestro país.
Este nuevo año escolar 2020-2021, continúa a distancia, con la implementación de los Puntos de Asesoramiento Pedagógico, donde se atenderán a padres, representantes y estudiantes en las áreas de formación práctica, en grupos muy reducidos y en horarios acordados por el colectivo escolar, en las semanas de flexibilización, garantizando siempre los protocolos de bioseguridad.
La experiencia vivida el último período escolar de año pasado, nos ayudará a fortalecer y potenciar este nuevo, con estrategias pedagógicas innovadoras y contextualizadas, así como el uso de los diferentes medios, plataformas y tecnologías de información y comunicación. Igualmente es importante reconocer los grandes logros que en materia de salud contra la Covid-19 ha realizado el gobierno, que nos mantienen a la vanguardia de los países menos afectados del mundo, reforzados ahora con la llegada a nuestro país de la tercera dosis de ensayos clínicos de la vacuna rusa Sputnik V y el inicio de su producción en nuestra República Bolivariana de Venezuela, lo cual coadyuvará a la rápida normalización del sistema educativo y de nuestra economía, a partir de su aplicación masiva.
Otra realidad que no podemos ignorar, es el pulverizado sueldo de los trabajadores, no sólo del sector educativo sino del país en general. Por eso cabe preguntarse: ¿A quiénes se debe el bajo poder adquisitivo de los trabajadores de la educación? ¿Quiénes son los verdaderos responsables? La respuesta es incisiva:
Los responsables son todos aquellos que siendo apátridas y en rancia conchupancia con el imperio norteamericano han propiciado una guerra económica criminal, solicitando el bloqueo financiero y el saqueo del patrimonio de nuestro país.
Sólo algunos ejemplos basta:
- Apropiación ilegal, indebida de Monómeros, empresa petroquímica de Venezuela en Colombia.
- Apropiación ilegal, indebida de los US$ 18 mil millones en activos y dividendos de Citgo, corporación petrolera venezolana en EEUU.
- Saqueo de más de 1.4 millones de dólares sólo en reservas de oro del Banco Central de Venezuela, retenidas en banco de Inglaterra.
- Congelamiento de cuentas por más de 20 mil millones de dólares en bancos de Europa y el mundo
- El ataque al bolívar, principal arma de la guerra económica, no solo induce la hiperinflación y con ella la pérdida del poder adquisitivo de la clase obrera, también contrae la producción nacional.
Un maestro guaireño.
05/10/2020
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